Cuando baja el caudal del río, se ve la arena y las piedras que el agua esconde.
Con esa afirmación me respondió y sorprendió un colega al que, ante dificultades en mi gestión, consulte hace ya varios años. Más tarde volví a encontrar la frase, en distintas formulaciones, en más de una publicación. Usando la misma imagen, se me ocurrió entonces pensar que cuando el río aumenta su caudal y corre tumultuoso, el lecho se revuelve, lo enturbia y lo que se nos impone es su superficie turbulenta.
La pandemia y todo lo que trajo consigo al mundo del trabajo a algunos le revolvió las aguas, y a otros, les secó el cauce. Más o menos caudal, más o menos turbulencias, el río que cada uno de nosotros es, seguramente en algunos dejó al descubierto aspectos propios que ni sospechábamos y en otros, revolvió restos que se venían arrastrando con un peso y un ruido que hacían de su flujo un aluvión siempre en riesgo de desbordar.
Ahora que todos nuestros ríos han visto alterada su habitual fluidez, quiero gentilmente desafiarlos a orientar nuestra mirada hacia esos lechos para reflexionar y descubrir qué aspectos de nuestra subjetividad se nos hicieron visibles; cuáles pasaron a ocupar un lugar diferente; cuáles mostraron su forma y su utilidad y cuáles se revelaron como obstáculos; cuáles siguen ahí, indeseados, enredados en esa maraña invisible que suele armarse poco a poco y que tantas veces termina entorpeciendo y desviando el cauce deseado.
Qué les parece si hablamos y compartimos lo que este acontecimiento nos descubrió de nuestro ser: los obstáculos, las posibilidades, las fuerzas que desconocíamos, las inhibiciones, los modos de transitar nuestra emocionalidad, la forma en que comenzamos a, o dejamos de vincularnos con el otro, las lentes con que percibimos, recortamos y damos sentido a la realidad. Estoy convencido que la actualidad nos da material de sobra para reflexionar, fortalecernos o, al menos, conocernos algo mejor.
Empiezo por mostrar una de las piedras de mi lecho, tanto tiempo sumergida: estas ganas de escribir y compartir mis reflexiones sobre mi práctica.
